Yo también

¿Qué ocurre cuándo sólo escuchas un «yo también»? Normalmente te conformas porque no le das mucha importancia. Simplemente te limitas a recrearte en que la otra persona te quiere, o te echa de menos, o tiene ganas de verte pero… ¿Cuántas veces te han dicho alguna de esas palabras con el (parece) pre fijo «yo también»?

No pasa nada, algún día te lo dirán. O no. Porque puestos a soñar puedes esperar pero siendo realistas sabes que el tiempo pasa y hay cosas que nunca llegan, que no son para ti.

¿Y qué ocurre cuando dejas de decirlo tú? Que nadie te lo dice. Pero no es su culpa, si no la tuya, por como eres y en el fondo sabes que nunca te has sentido unido a nadie, que siempre había un muro transparente que te separaba de los demás. Y ellos dicen que no, que es cosa tuya.

Pero déjame decirte algo: tu verdad es tan válida como la suya, y tus percepciones se basan en lo que has vivido. No dejes que nadie te diga nunca que algo no es así. Sí, lo es. Nos debemos entender unos a otros, poniéndonos en su lugar… ¿Si hubieras vivido su vida, reaccionarias igual? ¿Serías la misma persona?

Quédate con lo que tú eres, no con lo que los demás quieren que seas, si no te conformas con un «yo también» vete. Quédate con quien te haga persona y no un manojo de tristeza.

Quédate con tu paz. Quédate contigo.

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