¿Qué pasa cuando la tristeza nos invade? ¿Qué ocurre cuando te das por vencido? Normalmente tenemos palabras de ánimo para las personas que tienen estos «síntomas», pero no sirven de nada, porque las palabras, normalmente, se las lleva el aire.
¿Cómo explicarías tú la desazón? A mi parecer, es una sensación punzante que te deja paralizado, no sabes quién eres, qué eres. No encuentras motivos para sonreir, para sobrevivir. Es estar en el fondo de un pozo, del que no puedes salir. Es no reconocerte, es… morir en vida.
Ahora dime, ¿crees que la gente así sobrevive? Sí, diariamente, pero… Tú no, ¿por qué? ¿Acaso te crees diferente o mejor o que tus problemas son peores? No. Simplemente que no ves donde puede haber una salida. Todo es oscuro. Y largo. Y no tienes fuerzas, se te han agotado. Y piensas que hay mucha gente peor que tú, pero por alguna razón eres muy egoísta y sólo eres capaz de mirar tu ombligo y lo que tú estás pasando. Probablemente, miles de personas lo hayan pasado. Y no han reaccionado como tú. ¿Acaso exageras? No. Cada uno es como es, y tal vez hayas aguantado mucho tiempo y ya no sepas cómo reaccionar, luchar y vivir. O simplemente eres un cobarde y un «flojo». Ya sabes, depende qué parte lo diga, serás una cosa… u otra.
Todos tenemos a alguien que se ha hundido, que probablemente no sea tan importante lo suyo; así que lo mejor es que le tendamos la mano directamente y ayudemos a levantarse a esa persona. Porque nunca sabes a donde puede llegar la oscuridad, ni lo abajo que está en el pozo.
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